Powered By Blogger

jueves, 28 de febrero de 2008

el deporte

. ORÍGENES DEL DEPORTE


Sin ninguna duda casi todos los pueblos del mundo tienen determinados tipos de deporte.
Sin ninguna duda también, los miembros de estos pueblos durante los períodos de su infancia y la juventud tienen juegos particulares Tanto estos juegos como sus leyendas, sus cuentos, mitos y deportes conservan diferentes situaciones origen histórico que hacen al folklore del país.

Estamos acostumbrados a escuchar que la ontogenia (desarrollo del ser humano como individuo), resume a la Filogenia (desarrollo y evolución de la Humanidad). Si adhiriéramos aunque sea parcialmente a esta afirmación podríamos leer, tanto en los cuentos y leyendas como en juegos y deportes de los pueblos, su origen, y su evolución. De modo tal, podríamos preguntarnos si existe alguna correlación entre los juegos de los niños y los deportes de los pueblos más antiguos y si cuando más evolucionado es un pueblo más complejo serían sus juegos y deportes. Esta correlación no se sostiene ya que existen civilizaciones avanzadas que practican antiguos deportes.Una posible explicación es que la magia que ejercen los antiguos deportes sobre los pueblos altamente evolucionados, están en relación directa con la psicología de los mismos, la que contiene estructuras profundas de origen y de situaciones importantísimas que hacen al sostenimiento de las estructuras de esas sociedades. Una respuesta más cabal la podría llegar a dar una antropología especializada en deportes.

No obstante, desde este lugar podríamos preguntarnos acerca de la finalidad que tendría los deportes dentro de una sociedad en la antigüedad.

Merece destacarse el hecho de que muchos deportes parecen haber tenido su nacimiento en el ejercicio de destrezas físicas y o psicológicas que actuarían al servicio de la sobreviven cia. Por debajo de esto, se encuentra lo que denominamos desde la perspectiva psicoanalítica, la pulsión de autoconservación o quizás el instinto de sobrevivencia

El lanzamiento de la jabalina, de las flechas, el salto en alto o en largo, la lucha cuerpo a cuerpo, el correr, el patinar sobre nieve, el nadar, el bucear, el remo, etc. serían claros ejemplos que hacen a esta posible hipótesis Sobrevivencia que también y de acuerdo con las características de cada actividad, estaría vinculada a las guerras o contiendas que periódicamente por motivos territoriales, políticos o religiosos se suscitaban entre los pueblos de la antigüedad.

También las danzas rituales podrían haber generado por imitación y derivación ciertos deportes, tales como la gimnasia libre o el patinaje artístico.

Pero, es necesario aclarar que en todo esto, la fantasía del hombre y su profunda capacidad simbólica han intervenido para hacer que aquella que era una necesidad de sobrevivencia(y en algunos pueblos continúa siéndolo), se enriquezca y llegue a ser otra suerte de sobrevivencia ligada mucho más con lo social y o la economía que con necesidades básicas.

Otros deportes estarían vinculados con el sostenimiento de las leyes que regula a tal o cual sociedad.

Pero qué es lo que hace que hoy en día se tire la jabalina, si en nuestras sociedades ya no se usa para cazar y o alimentarnos? O se compita para saber quién salta más alto en largo o en alto, o alguien quien nade más rápido. O caso no será por el mismo placer que del deporte deviene y que tantos beneficios produce satisfaciendo áreas y deseos personales de variada singularidad?

En todos ellos, el hombre demuestra su poder y su anhelo de mejorarse en forma constante, superando cada vez más sus “rankings”. Con este tipo de competencia se sostiene al mismo tiempo antiguas y obscuras vivencias que yacen en el inconsciente de los atletas y que se han transmitido tanto física como psicológica y socialmente por medio de la práctica deportiva y en el cumplimiento de sus reglas y condiciones.

Muchos autores, entre ellos Stump, Cozens y Dunlap (1975), que han realizado intensas y amplias investigaciones en las llamadas culturas “primitivas”, han encontrado por ejemplo entre los maoríes, los fidjis y los samoanos una larga lista de factores por los que son practicados los deportes. Entre ellos se han encontrado que los mismos se vinculan a: entrenamiento para guerras y contiendas.


1. desarrollo de habilidades especificas2. ser eficaces en el sostenimiento de reglas3. cubrir recreaciones personales y sociales4. promover la comunicación, la lealtad y la solidaridad de las tribus5. sublimar actividades competitivas agresivas para mantener el equilibrio social6. sostener la salud y la confianza en si mismo7. mostrar alegría del vivir 8. fomentar lo placentero9. mostrar el arte que deviene del cuerpo en movimiento10. educar a los más pequeños y a los jóvenes11. sostener tradiciones12. mantener y mejorar las pautas morales13. obtener honores y consideraciones por parte de la comunidad a la que pertenecen y a otras14. servir para el ingreso a la edad adulta, entendiendo a ciertos deportes como ritos de iniciación o ante nacimientos, casamientos, muertes 15. propiciar a los dioses16. mantener el honor de la nación 17. acceder a experiencias mítico-ascéticas18. honrar a los más viejos19. recordar a los ancestros


A esta larga lista se le podrá añadir el estimulo innato que produce el placer de realizar deportes, placer que “obliga” a continuar practicándolo.


Cuando fueron estudiadas las actividades deportivas entre los pueblos de la antigüedad, se pudo observar que muchos rituales y ceremonias religiosas eran acompañadas de estas actividades que hacían de necesario, aclaratorio y enriquecedor complemento. Por este motivo, muchos así llamados deportistas pertenecían y pertenecen a un ámbito sagrado, y dichos atletas estaban y están teñidos con algo de la misma “divinidad”.
Hoy en día


Hoy en día, y salvando el criterio de lo sagrado, podemos observar que, cuando un jugador de foot-ball hace un gol, sus mismos compañeros corren hacia él lo tocan, se le enciman, como si el cuerpo de él tuviera algo mágico, algo poderoso de lo cuál uno tuviera que impregnarse. A este hecho se le añade el reconocimiento, la protección del goleador, como también el agradecimiento de su grupo más el grito de toda la tribuna de seguidores a quienes en muchas oportunidades se arrodilla el goleador ofreciéndoles el gol, coronándose gloriosamente la hazaña, sobre todo si es éste el gol que determina la victoria.


En la actualidad encontraremos también rituales que acompañan a las actividades deportivas. Fiesta, himnos, bandas musicales, desfiles, colores, pantallas, que parecen ser una herencia modificada de aquellos antiguos rituales.


Algo que los hombres repetimos porque se halla profundamente internalizado en nuestros espiritus. Un ejemplo notable de esta preservación cultural es la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos (de Olimpo, lugar de permanencia de los dioses), en la que el fuego simboliza el principio de la gran Fiesta y el conocimiento de la verdad, de lo mejor y de lo más bello. Es que acaso existen deportes feos? Si la belleza está ligada a la verdad y en el deporte mostramos lo más propio de cada uno de nosotros, es posible que no existan nada más que deportes bellos. Aquellos que, además cumplen con un papel ético y hacen al servicio del Bien Común.


FUNDAMENTOS DEL SERVICIO PSICOLÓGICO DEPORTIVO


Desde hace aproximadamente 20 años, los psicólogos norteamericanos y los europeos, han comenzado a interesarse profesionalmente por las ciencias deportivas generándose la especialización hoy reconocida como Psicología del Deporte. Esta se ocupa principalmente de dos aspectos fundamentales: los factores psicológicos individuales, grupales e institucionales que co-determinan la práctica de determinados deportes y las consecuencias estructurales psico-sociales de tales prácticas.


En este amplio espectro, el psicólogo del deporte elegirá como objeto de su estudio, la estructura de personalidad del deportista, sus aptitudes, el liderazgo, el cumplimiento de las normas que regulen la actividad, las dinámicas grupales, sus motivaciones singulares, el bienestar psico-físico, el rendimiento, el éxito, el fracaso, el espíritu de cuerpo, el mantenimiento y optimización de resultados, los conflictos intra e interpersonales y su resolución, la competencia, armonía del equipo, concentración , percepción, etcétera.


Hoy en día todos los entrenadores y deportistas reconocen la importancia de los factores psicológicos tanto para el desarrollo como el rendimiento deportivo. Factores que de hecho intervienen positivamente en el mejoramiento de la calidad de vida profesional sino también personal del deportista, su grupo e institución.


El aporte que la Psicología del Deporte puede efectivizar en la actividad específica, esta fundamentado por las teorías y prácticas de la Psicología Clínica, la Psicología de la Conducta, la Psicología Motivacional, la Psicología Social, la Psicología Educacional y los nuevos aportes del Cognitivismo, además de los personales que posea el especialista en su experiencia profesional.


El deporte, el que según su etimología implica “sustraerse al trabajo”, genera no solo diversión y esparcimiento sino que conforma, históricamente una parte fundamental de la conducta humana. Conducta que está regulada y pautada por normas y reglamentaciones que son tan antiguas como la misma historia de cada deporte. La Psicología del Deporte hará todo lo posible por mantener y estimular estas normas que hacen a la Etíca del Deportista, tanto en su vida personal como profesional. De hecho, el cumplimiento de estas normas favorece el máximo rendimiento con el consiguiente sentimiento de éxito en lo individual como en lo grupal y lo institucional.


Una Psicología del Deporte nunca trabajará sola, sino que consolidará su posición siempre dentro de un equipo interdisciplinario en el que cumplirá con su rol en forma adecuada y activa según la modalidad del grupo de referencia y adhiriéndose a la filosofía de la institución a la que pertenezca.


Servicios que puede ofrecer un psicólogo deportivo


El conjunto de actividades que, específicamente puede ofrecer un psicólogo especializado en deportes, abarca dos áreas preferencíadas:
- el área teórica y el área práctica a su vez subdividida en:
a) lo individual
b) lo grupal
c) lo institucional
En el área teórica se realizarán todo aquel tipo de actividades vinculadas a las investigaciones globales y específicas de cada deporte particularizado, el deporte como un sistema educativo, relaciones entre juego / deporte y educación social, conferencias, debates, publicaciones, encuestas, etc, que tengan como punto principal al Deporte como conducta humana. Este nivel de teorización servirá como sostén para toda práctica deportiva institucionalizada.


En el área practica individual, el psicólogo deportivo aportará en forma particularizada las siguientes actividades:


- Diagnóstico de personalidad de cada jugador
- Diagnóstico psico-deportivo (aptitudes específicas)
- Análisis de las razones para el deporte
- Orientación personal en casos de conflictos ya sean individuales, grupales, profesionales y / o institucionales
- Apoyo estimulativo para lograr conductas de éxito y su mantenimiento
- Análisis, evaluación y terapéutica del sentimiento de derrota y / o fracaso
- Análisis de las curvas de aprendizaje
- Análisis de “stress”, fatiga personal y error con el consiguiente método terapéutico
- Consolidación de la autoimagen
- Creación y sostenimiento de la autoestima
- Otros puntos deficitarios en su personalidad profesional
En el área grupal, el psicólogo deportivo efectivizará tareas vinculadas a:
- Diagnósticos, análisis, evaluación y resolución de conflictos grupales
- Estimulación de conductas integradas al deporte
- Conformación del “espíritu de cuerpo”
- Análisis psicológico del mismo
- Análisis, evaluación y reflexión del fracaso y / o de la derrota
- Estimulación de conductas de triunfo
- Sostenimiento del triunfo
- Perfeccionamiento psicológico del triunfo
- Cumplimiento de reglas, normas que regulan la actividad deportiva
- Análisis de la competencia, aspectos positivos y negativos de la misma
- El líder, su selección y sostén
- Conductas entre el líder y el grupo
- Desarrollo del líder dentro del grupo
- Nuevos líderes
- Análisis de las proyecciones del grupo
- Las recompensas en el deporte
- Intervenciones de lo socio-económico
- Otros incentivos deportivos
- Análisis grupal de la “perfomance”
- La frustración / la gratificación
- La agresión / la armonía
- La hostilidad /la comprensión
- Imagen de grupo
- Stress del equipo
- Estado de ánimo grupal
- Evaluaciones grupales de factores específicos (encuestas personales anónimas)
- El deporte en el niño-adolescente-adulto:Aspectos evolutivos y su incidencia sobre la vida social positiva
- Orientación psico-deportiva en el niño-adolescente adulto y en la tercera edad
- Métodos psicológicos de aprendizaje para:La autonomía, la percepción, la atención la concentración, la imaginación creativa, la memoria, la integración, el dominio de sí, la fijación del éxito, él desafio (el propio y el del otro), el desarrollo del estilo (propio y grupal), la disciplina, la velocidad psíquica, el miedo.
- Análisis de las posibilidades de potencial individual y grupal
- Estimulaciones de potencial
- Baterias de tests para técnicas deportivas:Análisis de factores intelectuales, memoria, velocidad, percepción, atención, gráficos específicos, personalidad global, individualización, valores éticos. - Comparaciones evolutivos (análisis de la evolución deportiva)
- Feed-back psicológico dela ejecución deportiva
- Fortalecimiento en la toma de decisiones
- Toma de conciencia del alto rendimiento
- Favorecer el alto rendimiento
- Técnicas cognitivas para mejorar la ejecución
- Constitución de la auto-estima, autoconfianza
- Establecimiento de metas y concreción de las mismas
- Entrenamientos psicológicos del deporte
- Rehabilitación psicológica del deportista
- Análisis de factores predisponentes a lesiones en deportistas
- Reacciones ante las lesiones
- Reacciones grupales ante la lesión de un miembro del equipo
- Aspectos psicológicos de la fractura / lesión
- Relación entre entrenador-jugador
- Optimización del vinculo
- Mantenimiento de las pautas de conducta positivas
- Creación (si fuera necesario) de nuevas pautas
- Sostenimiento en las situaciones de cambio
- Los últimos deportes (deportes para la tercera edad)
- “Final” de la vida deportiva – características psicológicas –su terapéutica.


Desde el punto de vista institucional, el psicólogo especializado en deportes, podrá actuar como un agente activo en todo aquello que haga a las relaciones entre deportistas y entrenadores, adhiriéndose a las pautas históricas o a las que establezca el entrenador en virtud de su capacidad y experiencia, como asimismo en todas aquellas funciones que desde la dirección de la institución y estrictamente desde el punto de vista psicológico pueden promover conductas positivas dentro del área de la misma.


LA ÉTICA EN EL DEPORTE
NORMAS QUE REGULAN LA ACTIVIDAD DEPORTIVA


Como toda conducta humana, también el deporte posee normas que regulan su actividad. En este sentido podemos considerar al deportista no solo como aquella persona que podrá obtener placer en el propio ejercicio del deporte, sino como alguien comprometido con toda su estructura personal. Este compromiso puede adquirir la forma de un contrato el que de hecho contiene tanto factores morales como afectivos. Los primeros estarán vinculados con el cumplimiento de las normas propias del juego y del grupo, mientras que las segundas lo estarán en relación a factores personales depositados en el juego y por la forma en que se sienten afectados cada uno de los miembros del equipo en relación a su capitán , a sus compañeros , al orden del ganar o del perder , al contrincante (en nuestro concepto el “complementario”), no como enemigo sino como temporal complementario imprescindible para que el juego pueda realizarse aún en el caso que se trate de un sola persona.


El contrincante, un obstáculo a vencer


El “obstáculo a vencer” está dado por diferentes características del deporte y el deportista. El peso, la gravedad, el volumen, la atmósfera, la resistencia, etc. son solo alguno de los elementos propiamente físicos del deporte/ deportista. De ninguna manera podría ser de otro modo.


En el deporte cabe recalcar, a pesar de su obviedad, el cuerpo con todos sus atributos y reacciones siempre está presente. Por eso el primer obstáculo a vencer siempre será de orden físico.Todos ya conocemos que no es lo mismo el cuerpo del que juega foot-ball, basket-ball o volley-ball a pesar de que todos ellos se juegan con pelota, o bien del que nada , hace esqui acuático o rema, aunque el agua sea el elemento fundamental o del que practica automovilismo o corre carreras pedrestres aunque la velocidad sea un contrincante.


El contrincante será siempre alguien o algo a ser vencido, no a ser odiado.
Las reglas del juego son reglas de vida sobre la que muchas sino todas las veces , actúan modificando en su bienestar.

El deporte saludable
La capacidad positiva de la práctica de cualquier deporte adaptado a nuestras posibilidades es un hecho no solo de beneficio físico sino saludable en términos psicológicos , sociales y si se quiere espirituales .De aquí que consideremos al compromiso con las normas que regulan la práctica del deporte- sin las cuales se desarticularía y conformaría un híbrido-como un hecho que afecta toda nuestra estructura vital y la mayoría de sus funciones. Como consecuencia inmediata este cumplimiento del compromiso deportivo interesa a la persona en término de valores saludables.

Toda persona que anhele mejores condiciones de vida, debería incluir dentro de sus posibilidades inmediatas la práctica sistemática de un deporte o actividad física, la que bajo una dirección profesionalizada, le garantize los efectos persistentes deseados.
Del equipo profesional


El equipo multidisciplinario básico (profesional de la actividad , entrenador,médico y psicólogo), en los casos de personalidades maduras tanto jóvenes , como adultos y mayores es imprescindible . Cuando más lo serán en aquellas situaciones en las que la salud física y mental se ve comprometida. En este último caso , el equipo debería estar conformado por mayor cantidad de profesionales especializados . Sobre estos grupos y equipos de trabajo trataremos más adelante. Tanto en la primera situación como en la segunda también se halla implícito el cumplimiento de normas que garanticen el eficaz y ético desempeño de los profesionales involucrados.


De todos modos el compromiso personal, en uno y otro caso es consigo mismo, con su equipo, con su familia, con sus amigos y su área laboral. Cualquier profesional que anhele pertenecer al deporte , deberá conocer profundamente no solo la conformación del mismo sino su historia y las reglas condicionan su desarrollo.


Integración del deporte a la Vida


Tal como señalamos con anterioridad, las reglas del deporte son reglas de vida. La experiencia inmediata muestra que la practica de una actividad física basada en un disciplinado y ordenado sistema no solo genera una rápida descompresión personal sino que provee a cada persona de un sentimiento inmediato de plenitud. Y esto es así desde la antigüedad. Muchos son los filósofos que señalaron profundamente la importancia del deporte , aconsejando sobre la integración que los mismo producen en la dualidad humana . “Mens sana in corpore sano”es la síntesis más conocida de este pensamiento universal.


Integrar una actividad física a nuestra vida es “per-se”un hecho ético con una notable cantidad de beneficios. Si bien algunos de éstos se hallan asociados a factores neuróticos de la personalidad o a réditos económicos o al poder.


Estos factores que podríamos considerar negativos, no devienen de la estructura del deporte en si, sino del uso indebido y antiético del mismo, en parte debido posiblemente a las características de personalidad de deportista que aún a sabiendas de ésto se deja involucrar, aunque hay situaciones en las que no es conciente y en parte a otras personas que lucran y se benefician con el deporte practicado por otros.


No obstante y salvando las distancias, el aspecto económico deberá observarse desde una perspectiva más amplia tal como lo es la institucional donde el dinero es necesario para su sostén, administración, evolución y progreso.


Tampoco podemos ser tan simples y enjuiciar a aquel deportista que en su vida acceda a posiciones políticas ya que en la imaginería pública siempre se espera que si ese deportista tuvo éxito como tal, haga lo propio dignamente en la función pública. Si bien no existe una correlación estrecha entre ser un deportista glorioso y ser un funcionario exitista, la fantasía global de diversas sociedades así lo admite y así lo necesita pensar.


De hecho, esto señala claramente que, la mayoría de las personas adhieren a que las normas y las reglas del deporte son siempre de naturaleza moral positiva.


Quizás a esta altura podría considerarse la posibilidad de que un deportista profesional presente algún estilo de juramento hipocrático, sobre todo cuando él mismo puede llegar a ser modelo con el cual se identifican multitudes de personas de toda condición social, económica y cultural.


Las normas que siempre han formado parte de toda conducta humana civilizada, porque habrían de faltar en el deporte? . Son el cumplimiento de estas normas las que le otorgan al deporte esa característica de dignidad que posee y que es posible observar aún hasta en sus aspectos más íntimos.

JUEGOS OLÍMPICOS

Los Juegos Olímpicos son unos eventos deportivos multidisciplinarios en que participan atletas de diversas partes del mundo, siendo la competición más grande y prestigiosa de todo el planeta, la cual se realiza cada cuatro años (período que es denominado Olimpíada). Existen dos tipos de Juegos Olímpicos: los Juegos Olímpicos de Verano y los Juegos Olímpicos de Invierno, los que se realizan con dos años de intercalación desde 1992. La organización encargada de la realización de los Juegos Olímpicos es el Comité Olímpico Internacional (COI).


Los Juegos Olímpicos actuales se inspiran los eventos organizados por los antiguos griegos en la ciudad de Olimpia, entre los años 776 adC y el 339 dC. En el siglo XIX, surgió la idea de realizar unos eventos similares a los organizados en la Antigüedad, los que se concretarían principalmente gracias a las gestiones del noble francés Pierre Frèdy, Barón de Coubertin. La primera edición de los llamados Juegos Olímpicos de la Era Moderna se realizó en Atenas, la capital de Grecia.


Desde aquella oportunidad, los Juegos Olímpicos de Verano han sido realizados cada cuatro años en diversas partes del planeta, siendo las únicas excepciones las ediciones de 1916, 1940 y 1944, debido al estallido de la Primera y Segunda Guerra Mundial.


Los Juegos Olímpicos de Invierno comenzarían ser disputados por primera vez en 1924, en la localidad francesa de Chamonix. Originalmente realizados como parte del evento de verano, el COI los consideró como un evento separado retroactivamente, y desde esa fecha comenzaron a realiarse el mismo año que los Juegos originales. Posteriormente, con el fin de potenciar el desarrollo de los eventos invernales, el COI decidió desfasar la realización de los Juegos Olímpicos de Invierno a partir de Lillehammer 1994. Desde esa fecha, los Juegos Olímpicos Invernales se realizan en los años pares entre dos Juegos de Verano. En 2007, el COI decidió incorporar un nuevo tipo de evento, los Juegos Olímpicos Juveniles, que comenzarán a celebrarse a partir de 2010 y 2012 en sus ediciones de verano e invierno, respectivamente.


Los próximos Juegos Olímpicos de Verano se celebrarán en Pekín, China, en el año 2008, mientras que los próximos Juegos Olímpicos de Invierno se celebrarán en Vancouver, Canadá, en el año 2010.

Antiguos Juegos Olímpicos

Los antiguos Juegos Olímpicos (llamados así por celebrarse en la ciudad de Olimpia) fueron fiestas religiosas, culturales y deportivas celebradas en la antigua Grecia (776 adC - 392 dC) en honor a los dioses mayores. En ellos participaban los atletas, que debían ser ciudadanos, sólo hombres, y se entrenaban durante años en los gimnasios.


Existen muchas leyendas a cerca del origen de los antiguos Juegos Olímpicos. Una de ellas asocia los primeros Juegos con el concepto de la antigua Grecia de εκεχειρία (ekecheiria) o Tregua Olímpica. La fecha de comienzo de los mismos sirve como referencia al calendario helénico y se considera en el año 776 adC, aunque las opiniones de académicos la sitúan en un intervalo entre el año 884 adC y el 704 adC.


A partir de entonces, los Juegos tomaron rápidamente una mayor relevancia en la antigua Grecia, alcanzando su cenit en el sexto y quinto siglos adC. Las Olimpiadas tenían una importancia fundamentalmente religiosa, con concursos alternados con sacrificios y ceremonias en honor a Zeus (cuya estatua se alzaba majestuosamente en Olimpia) y a Pélope, héroe divino y rey mítico de Olimpia, famoso por su legendaria carrera de carros, y en cuyo honor se celebraron. El número de eventos aumentó hasta veinte, y las celebraciones se prolongaron durante varios días. Las primeras competiciones se basaban en carreras a pie, y más tarde se fueron introduciendo la lucha; el pentatlón, prueba de varios eventos que incluía lanzamiento de jabalina, lanzamiento de disco, salto de longitud; el pankration; carreras de carros, competiciones artísticas como música, poesía y danza.


En Olimpia se llegaron a celebrar 293 Juegos Olímpicos, hasta que con la conquista de Grecia por los romanos, el emperador romano Teodosio I los abolió el año 393. Como excusa dijo que eran paganos. Fueron restablecidas en su aspecto deportivo en 1896 por el barón de Coubertin, y hasta la actualidad siguen practicándose.


Historia


En 1829 el gobierno francés, y en 1875, el gobierno alemán, hicieron excavaciones para desenterrar Olimpia. En 1881 quedaron completamente descubiertas las ruinas, y no hay duda de que los hombres de ciencia, al descubrirlas, también hicieron resurgir, a la luz, el espíritu y la gloria de los antiguos Juegos, motivando un fuerte deseo por revivirlos.


Aunque siempre que se habla del renacimiento de los Juegos Olímpicos, el hecho se le atribuye a Francia, y el Barón de Coubertin que es llamado el padre de las Olimpiadas Modernas, la verdad es que el primer intento se hizo en Grecia, gracias al entusiasmo de un griego de apellido Zappas, mucho antes de que se pensara hacerlo en Francia. Fue así que en Grecia se efectuaron los primeros Juegos Olímpicos Modernos el 15 de noviembre de 1859, el 15 de noviembre de 1870, el 18 de mayo de 1875 y el 18 de mayo de 1889.


El intento fracasó debido a que el mundo no estaba todavía listo para el retorno de los Juegos ya que Grecia no era un país lo suficientemente importante para entusiasmar al resto del mundo con la idea. Otro factor importante fue que el patrocinador no tenía muchas ideas de organización, a diferencia del Barón de Coubertin, que buscó a los líderes del atletismo escolar universitario y amateur del mundo, de quienes obtuvo su ayuda.


Emocionado con el esplendor de la antigua Grecia y la belleza de los Juegos Olímpicos, Evangelios Zappas, que residía en Rumania, primero contribuyó al proyecto y, después del primer fracaso, a su muerte legó su fortuna entera para el renacimiento de los Juegos Olímpicos en Grecia.


Aunque los juegos que formaron parte de este primer intento no alcanzaron el éxito - debemos recordar que el primero se hizo en 1859, treinta y siete años antes de la primera Olimpiada Moderna oficialmente -, formaron un lazo de unión entre el pasado y el futuro.


El Barón Pierre de Coubertin escribió, a principios del siglo XX: “Olimpia y las Olimpiadas son símbolos de una civilización entera, superior a países, ciudades, héroes militares o religiones ancestrales”. Siendo cadete de la Academia Militar de St. Cyr, el noble galo renunció a sus estudios de ciencias políticas y se interesó por la sociología y la educación. Viajó por todo el mundo y quedó impresionado por el interés de los anglosajones (ingleses y estadounidenses) en los deportes. Atraído por los trabajos de exploración en Olimpia, y por los vanos esfuerzos por revivir los Juegos Olímpicos hechos en Grecia por Zappas, y con la creencia de que la competencia deportiva podía producir el entendimiento internacional, se dedicó a la tarea de revivir, él mismo, los Juegos Olímpicos, con la participación de todos los países del Mundo.


Coubertin presentó su proyecto a la Unión Deportiva y Atlética de París, a fines de 1892, después de una cuidadosa labor de relaciones públicas.


Coubertin era un hombre persistente y pronto tuvo oportunidad de solicitar el respaldo de otros países, cuando la Unión Deportiva Francesa organizó un congreso internacional sobre Amateurismo. El congreso se efectuó en 1894 y Coubertin obtuvo un sorprendente y fuerte respaldo de Estados Unidos y de hombres tan prominentes como el Duque de Esparta, el Príncipe de Gales, el príncipe heredero de Suecia, el rey de Bélgica y el primer ministro de Gran Bretaña. Estuvieron presentes, además, delegados de Grecia, Rusia, Italia y España. Asimismo, se recibieron comunicados oficiales de Alemania y Austria-Hungría, expresando interés en el proyecto.


Los entusiastas delegados decidieron no esperar hasta 1900, el año que se consideraba apropiado para comenzar a computar las Olimpiadas, sino que programaron el evento para el año de 1896, en Atenas, cerca de la sede de las Olimpiadas antiguas. Se acordó que los Juegos se celebrarían cada cuatro años, cambiándose la sede a diferentes ciudades importantes del mundo y que se elegiría un Comité Olímpico Internacional con plena autoridad de regir los Juegos. El sueño de Zappas, y posteriormente de Coubertin, se había hecho realidad. D. Vikelas, un griego que había figurado en la organización de los primeros intentos por revivir las Olimpíadas, fue el primer presidente del Comité Olímpico Internacional.


Para conocer la posterior historia de las Olimpiadas Modernas, desde la celebración de los primeros Juegos en Atenas hasta hoy, consulte los artículos correspondientes sobre las Olimpiadas que se han efectuado desde 1896 a la fecha.

DEPORTE COMO NEGOCIO

A la mayoría de nosotros, o quizás debiéramos decir que a todos, alguna vez en una consulta médica nos han preguntado: “¿Practica usted algún deporte?”, o en terapia psicológica: ”¿A qué dedica su tiempo libre? ¿Realiza alguna actividad física, al aire libre?” Y quién no ha recibido de un buen amigo el consejo sabio: “Deberías hacer algún tipo de deporte”, o la invitación: ”¿Quieres salir a caminar conmigo?” Más allá de las respuestas dadas, todos sabemos que el beneficio está en el deporte y no en una vida sedentaria.

En la actualidad son muchas las personas que se han dado cuenta de la importancia del ejercicio físico, el deporte y de la necesidad de una práctica activa para mejorar la calidad de vida. Se han convencido de que por medio del movimiento rompen con la monotonía que suponen las obligaciones cotidianas y además liberan las tensiones acumuladas a lo largo de la jornada.

Relación del hombre con su entorno

La relación del hombre con su entorno ha ido creando crecientes interferencias y complicaciones a medida que el desarrollo técnico y las exigencias del trabajo han formado una “segunda Naturaleza”, en donde el ser humano actual está inmerso y ya no puede evitar. La ciudad moderna, con sus grandes edificios, donde calefacciones y aparatos de aire acondicionado hacen que no se perciban los cambios de temperatura, donde los ascensores, escaleras mecánicas y medios de transportes evitan los esfuerzos de deambulación, y donde cualquier trabajo muscular o fatiga corporal van siendo sustituidos por las máquinas, hacen que la calidad de vida se degrade. Se priva a nuestros pulmones y musculatura de una mayor oxigenación y circulación periférica, los músculos encargados de movernos se atrofian debido a la inactividad, las malformaciones producidas por las posturas viciosas en el trabajo nos atenazan, y poco a poco nos transformamos en precoces ancianos. Esta realidad ha creado un tipo de hombre que si bien no puede prescindir de las comodidades que le rodean, añora al mismo tiempo el perdido contacto con la Naturaleza, y sabe, desde el fondo de su instinto, que debe reconciliarse con ella para conservar su salud y vivir con alegría.

Por eso el hombre hace deporte, porque sabe que cuando recupere el tono de sus músculos, la adaptación a los climas y la capacidad para vencer obstáculos y para soportar la fatiga, habrá podido evitar la obesidad, la depresión y el gran número de enfermedades que crecen y se desarrollan sobre el cuerpo atrofiado por las comodidades y el sedentarismo; la necesidad del ejercicio, el deporte o de cualquier actividad física regular se convierte en una premisa vital.

Millones de personas, en todos los países del mundo, realizan algún tipo de ejercicio físico o recreativo, algún deporte. Por doquier han surgido iniciativas de grupos, sociedades y organizaciones que prestan apoyo, estructura y organización para satisfacer este creciente interés social.

Algunos argumentan que esto es una moda pasajera que ha surgido y sigue girando alrededor de intereses comerciales. Otros afirman que es la sociedad industrializada la que ha dado origen a este movimiento, a esta “locura” por el deporte, la actividad física, o a este afán por volver a la Naturaleza y a dar importancia al cuerpo.

La justificación a un fenómeno como éste habría que buscarlo en las raíces últimas de la razón del juego del hombre, del porqué muchas de las actividades que emprende, sin utilidad aparente, lo liberan, lo satisfacen, le dan placer o simplemente significado a su tiempo libre.

Pero, por sobre todas las razones que explican por qué el hombre se dedica a la actividad física y al deporte cada día con mayor intensidad, deben destacarse las ventajas que recibe : un mejor funcionamiento del organismo y por lo tanto gozar de un estado saludable; la satisfacción que produce el aprendizaje de nuevas destrezas o mejorar las que ya se poseen; un aumento de posibilidades de contacto social, de hacer amigos en un ambiente relajado, menos convencional y más favorecedor de la natural relación social entre las personas .


El negocio del deporte

Editado por Scott R. Rosner y Kenneth L. Shropshire (Editorial Jones and Bartlett)
Del prefacio
“Si tenemos en cuenta todo lo que nos han enseñado, este negocio no tiene ningún sentido”. Frase pronunciada por Wendy Lewis, Vicepresidenta de Planificación Estratégica, Planificación, Contratación y Diversidad de la Major League Baseball durante la conferencia MBA Media and Entertainment celebrada en la Universidad de Nueva York, 21 de febrero de 2003.

Las empresas Ford y General Motors operan bajo un modelo empresarial genérico: vender el mayor número de coches posible con el mayor margen de beneficios posible. Al final Ford y General Motors son competidoras que quieren vender un producto. No tienen ningún interés –y de hecho sería ilegal-, en cooperar entre ellas para conseguir que ambas fuesen más rentables. Cualquier negocio tradicional nos serviría para ilustrar el tema que nos ocupa: el negocio del deporte es -y ha sido desde siempre-, diferente, tal y como señalaba Lewis.

En prácticamente todo negocio deportivo, los competidores deben cooperar para conseguir ser rentables. Hace muchos años, cuando empezaron a aparecer los deportes de equipo, se pasaba un sombrero entre los espectadores para recaudar dinero. Un porcentaje de lo recaudado se distribuía entre los embarrados y sudorosos jugadores de los dos equipos, y al hombre (casi siempre era un hombre) que organizaba el evento le correspondía un porcentaje mayor. A todos les interesaba que el pastel a repartir fuese lo más grande posible, pero aunque cooperasen para conseguir la máxima audiencia en el campo competían despiadadamente para conseguir la victoria. Después del partido todos volvían a sus casas y a sus trabajos. Este modelo competitivo-cooperativo es ahora estándar en la National Football League (NFL), Major League Baseball (MLB), National Basketball Association (NBA), National Hockey League (NHL) y otras ligas y eventos deportivos profesionales alrededor de todo el mundo.


Algunos fueron visionarios en este ámbito y vieron el modo de explotar a los atletas etiquetados como amateurs organizando espectáculos deportivos y quedándose con los beneficios. El dinero nunca llegaba a manos de los deportistas amateurs. El valor y la necesidad de los deportistas aficionados han sido incluso idealizados por la mitología griega y por la preocupación victoriana por las clases sociales. Este concepto de deporte amateur fue el motivo de la creación de la National Collegiate Athletic Association (NCAA) y los Juegos Olímpicos. Las Olimpiadas modernas fueron fundadas por el Barón Pierre de Coubertin en 1896 y unos pocos años después varios rectores universitarios, animados por el Presidente Theodore Roosevelt, creaban la NCAA. La aplicación del concepto de amateur logró implantarse y se celebraron competiciones deportivas entre los estudiantes universitarios, yendo a parar los beneficios a manos de las universidades. Desde el punto de vista laboral, en una gran parte de la industria del deporte se ha encontrado el modo de evitar pagar a los trabajadores.

Pero ganar a toda costa no se permite en todas las circunstancias, en especial si el coste supone algo más que dinero. Actualmente el negocio del deporte dispone de un conjunto de normas y regulaciones específicas que incluso pueden, en muchas situaciones, tener fuerza de ley. Por ejemplo, a pesar de que se podría sostener que los esteroides y los suplementos dietéticos pueden ayudar a los atletas a mejorar, la mayoría de las empresas deportivas han prohibido su uso.

La obtención de beneficios a cualquier costa también es un concepto problemático. Varios estudios demuestran que si se introduce un jugador blanco adicional al equipo, el número de fans aumentará más que si el jugador es de color. Y la mayoría de los negocios deportivos están más interesados en ganar que en el racismo, ¿no es cierto?

A medida que estas empresas deportivas crecían en importancia, nuevos agentes se empezaban a incorporar al sector: la radio, la televisión, los publicistas, los concesionarios, los patrocinadores. Para poder llegar a algún acuerdo aparecieron los abogados y los representantes. El negocio ya no se limitaba únicamente a la competición. El modelo empresarial se ampliaba. La principal fuente de ingresos ya no se limitaba a la recaudación obtenida pasando el sombrero o a la venta de entradas entre los fans.

Para cuando se empezó a pensar en el deporte como un negocio, también resultaba evidente que se trataba de un entretenimiento; de hecho se le aplican normas y leyes empresariales diferentes. No todos los implicados aceptaban la idea de que este negocio fuese algo más que una competición. Todavía sigue existiendo el debate sobre si el negocio del deporte debería ser tratado de forma diferente.

Los estadios y campos donde los equipos jugaban o querían jugar también se convirtieron en una parte importante del negocio. Curiosamente se ha empleado dinero público para construir muchas de estas instalaciones. Ford y General Motors tan sólo pueden soñar con obtener este tipo de ayuda procedente de las arcas del estado. Rara vez se producen batallas públicas entre ciudades por construir la mayor fábrica para alojar a un fabricante automovilístico.

Los deportistas también se dieron cuenta de que se trataba de algo más que un juego y, al igual que el resto de la clase trabajadora, crearon sindicatos deportivos. Esto no deja de ser algo irónico, ya que en algunas ligas el salario medio superaba los 1.000 millones de dólares, y más tarde incluso los 2.000 millones anuales. Sin lugar a duda, muchos de los trabajadores sindicalizados mejor pagados del mundo son los deportistas de las ligas profesionales.

Hay también aspectos sociales únicos que influyen sobre la industria del deporte. Estos se manifiestan en los deportes más que en cualquier otro ámbito, ya que este negocio está sujeto a constante escrutinio. Los periodistas deportivos cubren cada aspecto de los partidos, buscando ese reportaje único, esa historia que va más allá de lo que está ocurriendo en el campo, pista o hielo.

Al igual que en otros sectores, en el deporte las mujeres aún no reciben un trato equitativo. Al principio no resultaba “apropiado” que las mujeres participasen en los deportes. Además de estar ausentes en cualquier deporte profesional relevante, las desigualdades son especialmente evidentes en los Juegos Olímpicos. Se tuvo que esperar hasta 1984, durante los Juegos Olímpicos de Los Ángeles, para que las mujeres pudieran participar en un maratón. Entre otros motivos se citaba la salud, el decoro y “la necesidad de quedarse en casa”. La aprobación en 1972 del Título IX ha contribuido a la creación de nuevas oportunidades empresariales para el deporte profesional femenino al permitirse a las mujeres participar de lleno en los deportes.

Muchas han sido las ligas femeninas que se han creado y que han desaparecido. La liga masculina de baloncesto, la National Basketball Association, creaba y financiaba su equivalente femenino llamado Women’s National Basketball Association (WNBA). El principal motivo de tal altruismo era básicamente económico. Además de su repercusión sobre el deporte profesional, el Título IX también ha tenido un efecto dramático sobre el negocio de los deportes colegiados. El Título está tan integrado en la cultura del deporte que casi nadie conoce su existencia. Durante el Open de Tenis de Estados Unidos de 2002, la famosa jugadora Jennifer Capriati contestaba a una pregunta sobre el Título IX con un sincero “lo siento. No tengo ni idea de qué es el Título IX”. En aquellos momentos Capriati tenía 26 años y ya se había beneficiado durante toda su vida del Título. Hoy en día el tenis profesional femenino es un deporte que goza de mejor salud que el masculino.

Muchos sostienen que en Estados Unidos los deportes lideraron el camino hacia la diversidad en los negocios gracias a la integración racial que tuvo lugar en la Major League Baseball en 1947; hoy en día todavía lo lideran. Aproximadamente un tercio de los jugadores de las grandes ligas son de origen latinoamericano. Sin embargo, no hay tanta diversidad entre los managers. En 2003 Omar Minaya era el único manager general latino en baloncesto. El deporte profesional, al igual que otros negocios aunque de un modo diferente, se ha convertido en un negocio global. Por un lado el concepto de mercados más amplios y mano de obra más barata tiene efectivamente aplicación en este caso. En la NBA y en la Major League Baseball es una realidad evidente.

Este es un sector donde los temas que ocupan las portadas son los porcentajes de ingresos, techos salariales, impuestos de lujo o la búsqueda del próximo patrocinador. Posiblemente el modelo empresarial para el sector automovilístico haya evolucionado desde el modelo T, pero no con el mismo nivel de escrutinio público y angustia que en el deporte. Posiblemente lo más peculiar de este negocio sea su extraordinario grado de dependencia: se ha de vender el producto a las cadenas de televisión, en contraposición a la venta directa a los clientes en la puerta de acceso.

Por lo demás, muchas de las normas son idénticas. La cuenta de resultados de la empresa sigue siendo importante; lo que cambia en los deportes es el modo de conseguir maximizar los beneficios. No obstante algunos propietarios de equipos (sean personas o entidades) pueden permitirse el lujo de perder enormes cantidades de dinero alegando motivos como la publicidad de la empresa, el control de contenidos o el engorde de la empresa para ponerla a la venta. El valor de los deportes como contenido estratégico ha sido plenamente ejemplificado en el caso de la estructura de YankeeNets, sociedad propietaria de los Nets de baloncesto y del equipo de béisbol de los Yankees. Esta empresa daba un pasó más para incorporar el equipo de hockey de los New Jersey Devils e incluso se iba a Europa para incluir al Manchester United. A pesar del fracaso de esta sociedad, su estructura sin lugar a dudas será reproducida por futuras organizaciones deportivas.

El negocio de los deportes es, por naturaleza, interdisciplinario. En él se pueden encontrar todas las principales disciplinas del mundo de la empresa: gestión, marketing, finanzas, tecnologías de la información, contabilidad, ética, derecho, etc. En The Business of Sports se puede obtener una visión de los distintos puntos de vista de los diferentes agentes del sector implicados. El libro se divide en tres apartados: deporte profesional, deporte olímpico y deporte interuniversitario.

En cada apartado se tratan los principales problemas que afectan a cada una de estas categorías deportivas. Además hay dos capítulos independientes que versan sobre las consideraciones sociológicas y los futuros retos de la industria del deporte para los tres apartados señalados (deporte profesional, deporte olímpico y deportes interuniversitarios). Aunque no se hace un estudio pormenorizado de todos los deportes existentes en cada uno de los apartados, con la lectura de los diferentes capítulos se consigue tener una idea general para comprender algunos problemas específicos y su impacto en otros deportes.

Durante nuestras investigaciones para escribir este libro hemos encontrado que los estudios sobre los aspectos empresariales de los Juegos Olímpicos y de los deportes interuniversitarios son escasísimos; así pues, en ambas categorías lo que hemos intentado destacar es su aspecto sociológico. Igualmente, la atención prestada a los aspectos éticos del negocio del deporte –así como la participación de latinos, mujeres o personas con minusvalías-, goza por su ausencia. Estas carencias posiblemente sean el resultado de la relativa novedad de esta área de estudio, ya que los primeros artículos académicos aparecían en los años 50 y los programas de gestión de deportes universitarios daban comienzo no hace más de 30 años. No obstante, la falta de atención prestada a estos temas garantiza la existencia de estudios en un futuro.

Cuando estábamos ya acabando el libro, aparecía publicado Moneyball (Bola de dinero), de Michael Lewis. Tal y como sabrán muchos fans de los deportes, ese libro trata básicamente sobre como conseguir triunfar en los deportes entendiendo al detalle el negocio, y al mismo tiempo adopta un enfoque novedoso y aborda los temas en perspectiva. Nosotros esperamos que tanto los líderes actuales como los futuros tengan en cuenta los hechos y puntos de vista aquí reflejados, y de esta forma hayamos contribuido de alguna manera a acrecentar sus opiniones personales sobre el deporte.